Con un poco de retraso, me gustaría presentaros las
impresiones sobre este corto que vimos en la Muestra, dirigido por Marta
Solano, del que podemos leer una sinopsis AQUÍ. En los 20 minutos
que duró este cortometraje-documental, pudimos conocer las vidas de un puñado
de mujeres cántabras, que son y fueron algo más que “esposas de”, “madres de” o
“hijas de” pescadores y marineros. Marcadas por la vida de los hombres de su
alrededor, pasaron a integrar la vida cerca del mar como algo propio, y dar la
vuelta a sus propios destinos y hacer que el mar se convirtiese en una elección
vital, libre y personal.
Tejiendo y reparando las redes de los pescadores, recogiendo
berberechos en las playas, lanzándose a la mar con sus maridos, mercadeando con
el pescado en la lonja o vendiendo sardinas de pueblo en pueblo, estas mujeres
adaptaron una parcela del mar y la acoplaron a sus vidas, hasta que no pudieron
separarse de ellas. Cuentan las que están ya jubiladas cómo su historia no
puede separarse de la mar, cómo un acontecimiento que les sobrevino (casarse
con un pescador, o nacer en una familia de marineros), y que puede parecer una
mera dedicación laboral accidental, y simplemente complementaria a la de los
varones de sus familias, llegó a ser parte fundamental de su identidad. Me ha gustado que lejos de destacar la dureza
de los oficios, la esclavitud que supone verse atada al mar, todas nos
transmiten la ilusión y la alegría de sus vidas ligadas a él, incluso como un
sinónimo de libertad. Una lección de experiencia.
Si hubiera sido un reportaje o documental al uso, habría pensado: " qué bien vivo y qué suerte tengo". Sin embargo, este reportaje me hace sentir que la vida es contradictoria y que hay trabajos muy duros que a mí me harían enormemente infeliz, pero por los que desde ahora siento una admiración cotidiana. He descubierto que hay muchas mujeres anodinas extraordinarias que viven casi descalzas con una sonrisa... De pronto me doy cuenta de que ser súper no depende de cómo te valoren los demás, debe ser algo que algunas mujeres tienen dentro y les permite ser humildes, haciendo que los demás deseemos ser algo más humildes.
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