jueves, 17 de diciembre de 2015

El frío en 53 días de invierno

53 días de invierno es para mí una película que se caracteriza por una serie de elementos que voy viendo reiterados en las películas dirigidas o escritas por mujeres: el ritmo lento y la importancia de los silencios, de lo íntimo y de los sentimientos. 
La verdad es que el ritmo lento y la ausencia de música en muchas escenas viene a subrayar la complejidad del ser humano, es decir, la importancia de los sentimientos que no se ven, no se huelen ni se tocan pero que están ahí, invadiéndolo todo. 53 días de invierno es una película dura en la que poco a poco la directora y la guionista nos van dejando a la intemperie, nos van desarropando de todo lo que nos protege y nos dejan inmersos en el frío de la soledad, de esa soledad que nos invade cuando menos la necesitamos, cuando se supone que estamos en un buen momento, rodeados de gente maravillosa… y de pronto ahí nos vemos: solos, desamparados, sin fuerza para articular una palabra o hacer un gesto, con miedo de reconocer los errores o pedir perdón. 53 días de invierno hiela pero a la vez te hace desear abrazar a tus seres queridos y pedirles que sigan ahí, que no se vayan. Una estupenda película en la que solo pasa lo que suele pasar.

4 comentarios:

  1. Incluir la palabra FRÍO en el título de la entrada me parece una idea muy acertada. Como comentas, no sólo la película deja inmersos a los personajes en el frío de la soledad sino que también nosotros, los espectadores, somos invadidos por él y tenemos esa necesidad de abrazar, de alguna manera, a nuestros seres queridos y así sentir su calor.
    Que nudo en el estómago se siente durante la misma y que sensación de tristeza te invade porque llegas a "ponerte en la piel" de los personajes, ya sea por el ritmo lento o los silencios, no lo sé muy bien, pero si, consiguen que sufras y que valores aún más todo lo que te rodea.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Muchas veces tenemos que observar las cosas en la gran pantalla para darnos cuenta de que las tenemos al lado, y creo que esto es lo que nos ha sucedido a muchos mientras veíamos esta película. Quizá desde ese día ya no miramos de la misma forma a nuestras madres ni a nuestras vecinas desconocidas. Quién no conoce un caso (o todos) de los que hemos conocido en esta ficción. A pesar de ese carácter frío que indicáis, helador en algunos casos (la escena del primer perro abandonado es gélida, en todos los sentidos), me ha parecido una película optimista, que nos deja una puerta abierta a la esperanza. Como dice el locutor de radio, "si te rindes en invierno, te perderás la primavera, el verano y el otoño".
    Por último, me gustaría apuntar que ver la película desordenadamente (primero vi la segunda mitad, y después la primera), quizá me ha hecho analizarla desde otra perspectiva. Me ha gustado mucho este "experimento" de desmontar el orden de los factores, y creo que en este caso ha alterado positivamente el resultado. :)

    ResponderEliminar
  4. La película me impacto y no te deja ser indiferente ante las situaciones que van viviendo los personajes. Recuerda a tu conciencia que muchas personas viven estas situaciones y que tienes que tomar alguna actitud ante dichos problemas: soledad, pobreza, paro, abandono,… Como algunos de los personajes hacen. No tener el alma fria como el invierno. También me ha gustado la visión del invierno que sufren los personajes, pero que después, viene la esperanza. La madre y la hija que vencen el desengaño con valentía, la profesora que ayuda a la anciana abandona y se hacen compañía mutuamente, la mujer que comprende y perdona a su marido a pesar de su huida.

    ResponderEliminar